Te amo demasiado como para
dejarte ir, y no vuelvas a mi lado.
A Flavia, con el corazón lleno de imposibles.
No ésta de más decirlo,
estas batallas donde muero
por rescatarte de mis demonios,
resultan infinitas,
nunca podré salvarte
y quizá mi destino es perderte siempre.
Toda la tarde he pensado en ti,
buscándote entre mis entrañas,
me quedé despidiéndote
sin que llegaras.
Yendo de un lado a otro,
persiguiendo el centro de aquella vida,
de desconocidos que preguntan,
qué fue de nosotros, lo que nos prometimos
y confirmaban nuestros besos,
y ahora ven ésta historia de amor
como sí no existió y nos hubiéramos
ido, y sólo quedara la historia misma,
con el corazón en menguante.
No estoy seguro, que ésta historia
estaba perdida desde
que te había encontrado.
Escucha el poema en voz del autor.
Hasta aquí llega mi
cuerpo, a mí mismo,
con estas lágrimas
y lejos de mí.
Sólo unas horas,
sintiendo que lejos está escabulléndose
entre la televisión,
tener su imagen sin ningún minuto
de soledad,
entre las grietas del cuerpo.
Sediento y despacio.
La adivinanza de los cuerpos
entre el alma de la recamara.
Encontrando lunares en la
espalda desnuda de cartón y
botellas vacías de las sabanas,
una noche sin techo esperando
que al amanecer no cambie la fecha,
déjate ir y espérame.
Escucha el poema en voz del autor.
Dígame sí este corazón es el
que ha necesitado,
y sí mis labios le desangran sus sueños,
dígame sí éste pecho es lo que
ha buscado,
sí calla, supongo,
éste corazón no es otro,
y es el mismo que por los dos se ha enamorado
y que por usted deja de latirme,
sí éste instante,
el que permite encontrarnos y decirle
todo el pasado que he desvalijado para
recordarle que no hay lugar en el calendario
y que siempre te había necesitado,
dígame sí es cierto que usted me busca,
que yo le puedo iluminar con lagrimas
las estrellas, que me hace tanta falta
y no le he explicado correctamente:
te quiero,
y aunque sus noches las dedica a
otra persona, mi pecho aun tiene en
los cajones sus labios,
y en un frasco guardo en vigilia,
su aliento...
Escucha el poema en voz del autor.
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