Usted (fragmento)
Estupido corazón,
que no entiende mis razones,
insiste en latir hasta el cansancio.
Que aun vibra por usted, que
si reconoce su perfume entre
las bolsas que dejó al irse, llora.
Que los cafés que tomábamos
juntos son amargos, y que nuestros besos,
los delicados, o los que nos mordían,
los tiernos y también los robados,
no son los mismos sin usted.
Por eso, es estupido encontrarme
platicando con sus siluetas por
las noches, que van y vienen
por mi recamara, una se sienta
a mi lado y me cuenta de su trabajo,
otra juega poker en la mesita de la
ventana y otra abre la puerta con el
nuevo periódico de la semana pasada,
mientras una de usted, mira sin encontrar
su programa en el televisor.
Son tantas de usted con las que vivo
y duermo, alguna me deja mis libros
organizados y otra me acaricia los labios.
Y teniéndola siempre, usted me hace falta.
...
Escucha el poema en voz del autor.
Veo mis manos,
las acaricio
con mis ojos,
no lo creo,
ya no tengo tu mano
al caminar,
ya no acaricio
tu rostro
al despertar,
amor pequeño,
simple luciernaga
perdida en el mar,
el olvido infinito...
La poesía es un barco pequeño con grandes velas,
y sin puerto.
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