Aprieto más. El ausente siente sólo no ver lo que ama, pero ni siente otro daño en sí, ni en lo que ama; el que muere, o ve morir, siente la carencia y siente la muerte de su amado, o siente la carencia de su amado y la muerte propia. Luego es mayor dolor la muerte que la ausencia: porque la ausencia es sólo ausencia; la muerte, es muerte y es ausencia. Luego, si la comprende con aditamento, mayor dolor será."
El corazón es un barco,
anclado en puerto no sirve de nada...
Duele el hueco donde
cesan latidos de sombras
que han extraviado caricias,
desprendiendo ropas ...
[...]
... desnudando espejos;
en un vals de cenizas...
Matutino antiguo
lo digo incansablemente,
y estoy seguro que habrá de amanecer.”
Jaime sabines
Las ciudades tienen la misma forma,
van dejando un pequeño instante
en fuga.
Existirá un pensamiento
que nunca pensaremos,
un amanecer que no se detendrá.
Todas las ciudades detienen
su sentido,
un minuto en otro y un camino
caminamos sin conocerlo,
sin exactamente que mirar,
y lo hermoso de seguirte ha escondidas
sin saber quién eres,
perderá sentido,
olvidaré que amo.
Hasta entonces,
buscare ciego sin pasos tu figura,
intentado saber que
pensamiento roba tu vida,
para hoy,
las voces van escritas
en silencio;
tu rostro lo he sentido
ir a todas las miradas,
callada.
Preguntando mientras
mi sombra escucha
mis pasos,
preguntando siempre olvidando;
Habrá cielos que no oscurezcan,
noches lentamente naranja cálido,
de noche ocurre amarte,
buscarte a tientas
encontrar tu mano
esperando la mía,
encontrar tus labios
buscando los míos.
Una canción tan lejana
que se escuchaba
terminó como un grito silencioso:
tendrás que despertar,
porque siempre,
tendrá que amanecer.
sin la luna no hay olas...
Un edificio de notas
orquestando besos
tenues,
temí que mis caricias
despertaran tus
demonios,
no sabia dormirte
y con la espalda
sólo alcancé a olvidarte.
Además de este movimiento
que opaca tu senos,
existe otro donde mis manos
recorren mentiras
y duermevelas…
En vigilia
hasta el ultimo sol
del nocturno.
Al final.
Despedimos los cuerpos.
De España salió un manchego
navegando fantasmas al cabalgar,
y a la sombra de la luna esbozó
una lagrima y se exilió en el mar.
En Cuba enterró su espada,
y en América su espaldar,
canta España a tus héroes
y sonríe para olvidar.
Grita tu silencio y en mi
pecho un lugar encontrarás.
Llora
polvo el cactus
yendo sobre la tarde,
carga su memoria;
desierto lazo
calla
y
deambula
porque ha dicho todo.
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