Curso de Verano
Paso las tardes estudiando matemáticas y no consigo
la resta de tu respiración con la mía, no hay suma entre
extrañarte y la cantidad de veces que te pienso, siento
imposible dividir mis minutos y encontrarles su raíz,
en mi memoria no están las respuestas de tantas
ecuaciones y los libros van y vienen de mi mano al suelo.
Estudio química en las mañanas y no encuentro que elemento
es el que te acerca a mi y cual algoritmo es el que
hace enamorarme de ti, en la física aparece que es la inercia
o alguna ley de Newton la que me mantiene a tu lado, parecería
relativo pero este sentimiento lo encuentro absoluto.
A veces mientras cambio de libro; el español parecería
más lógico, seriamos subordinadas o tal vez coordinadas
y quizás la palabra extrañar es la única conjunción en
participio que recuerdo, nadie confiesa si te conocen
y soy el único que ha prometido conservarte para
siempre en un corazón con forma de caja para zapatos.
y encontrarte a donde volteo suena a hobbie;
los días que vienen no los cuento en mi calendario
sin encontrarlos fríos sobre un papel y no ha sido sencillo
mirarme anónimo, esperando conocerte en otro siglo
o por lo menos hoy, poco antes que amanezca.
Se secarían tus promesas y quizás tus despedidas
vivan de luto o tal vez mañana despierte disfrazado
cuando sonría y tú vivas sin corazón, desgarrando mis besos
e intentando cambiarlos siempre en los brazos de tu recuerdo.
Y adónde iras cuando cierre mis ojos y mis manos dejen
de alcanzarte, robarías mi destino y lo regalarías a alguien más,
dirás mis palabras y al fin amarías como te amaba antes de hoy,
¿adónde vas?, y ¿a qué pecho oscuro llevas latiendo mi corazón sin ti?.
Asi Duermo
Quizás el mundo se aceleraba mientras dormía,
y cuando mas te deseaba, juraría que parecían siglos
los segundos que parpadea, parecían niebla tus fantasmas
y creía encontrarte sin silueta en una foto dañada
por la luz del desvelo, para serte sincero casi extraño
el escaso silencio de tus ojos y confundo tu mirada
con la mía cuando te olvido.
Guardo las noches con sus sombras
y mientras escribo esto ya no le encuentro
sabor al café expreso, no le encuentro aroma a sueño
y lo único que me recuerda es al mar y sus muertos.
El mundo no desaparece cuando cierro los ojos,
sigue ahí, casi dormido, quizás el mundo rodea la luna
y el sol es otro planeta que cumple años
y que también dormita y tiene insomnio por las noches.
He decidido sentirte respirar todo lo que te amo
hasta escucharte desaparecer al cerrar la puerta,
me persigue el remordimiento de no despedirme
y como furtivamente aprendí a desangrar tu olvido.
Nostalgia
Te he extrañado revirtiendo
y comenzando a encontrarte,
Un poco antes de tiempo,
y más callada que antes,
arrancaría en partes
mis miedos, mi odios,
y crearía todos los días
el sueño de despertar.
Quizás la vigilia abraza mis pasos,
la noche, la luna, y caminen
a tiempo o por mar;
por ti viajo, regreso Minotauros,
confundo nombres y vuelvo
a inventarlos.
Desde conocerte hasta este siglo,
desde tu silencio o tú recuerdo,
te he pensado un poco más,
un poco antes que ayer y vuelta
a dibujar, a imagen de mi pasado.
Hasta que despierten
Todavía lloran cuando caminan sobre su sombra,
se abrazan al pasar bajo árboles y cruzan semáforos
parpadeando, se sueñan dentro de otra ciudad
y van contándose lagrimas como hobbie.
Imaginan esconderse a cada paso, se ven cansados,
lo miras dormir sobre cuentos, despiertan a media noche,
piden compañía y vuelven a soñar las mismas noticias ;
todavía mandan mensajes sin destinatario, tiempo sobra
para olvidarse, yo creía que caminaban sin destino y
entiendo que se encontraban a si mismos.
Difícilmente se encuentran en la calle,
se reconocen dormidos y a oscuras,
de día componen su armonía y de noche
la van silbando en acuarelas, se quedan
callados, siempre esperando, preguntando
qué corazón late sin sintonía y cual de tantos
es el que olvidaron mientras dormían.
EL INVIERNO hace un año fingía disimulo,
lejos, todos los días se escuchaba cansado,
se ha ido y los brazos fríos los han
quemado, el silencio seria un juego infinito
entre alfiles y caballos, no quedando el día
y sus noches olvidando el pasado.
De pronto parecería breve y silenciosa,
esperaría una hora o todas las estaciones,
dormirían los trenes y los autos, te miraría
cansada y tan lejana como Halley, tal vez
junio preguntara donde vives y en qué
casa aun tu luz de petróleo se adormece,
en qué mundo viven las promesas después
que se olvidan y a dónde van cuando se dicen.
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