TODAVÍA NO brindemos, permíteme
encontrarme otra vez en tus ojos,
dame la oportunidad de vestirte a
mi modo, con las zapatillas en las
manos y las cenizas en la copa aun
te reconozco entre tu caliente paladar,
con un poco de whisky tu cuello es
delicioso, tu labial me ha dejado en
la boca un aroma a pólvora, con tu
sueño el cantinero insomne de los
acantilados, el abarrotero de las fiestas,
el torpe amanecer de los rutinarios, el
vago pretexto de tu cuerpo desnudo en
mis dedos, te he amado mientras me
esperabas en tus ojos.
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