He visto amaneceres de plástico,
atardeceres sin viento,
sin ningún color,
he sentido desde el poniente
un olor ha sueño,
será ese mi destino,
un crepúsculo que yo
mismo inventé,
a dónde fue,
a dónde escapó
mi voz,
dónde es alrededor,
he visto como el cielo
se rompe,
y nadie se da cuenta que acabó
el día,
hay bosques de óleo,
pintó tu sonrisa
en el cielo de agosto,
mi Amor a donde fue
nuestro sueño,
qué hacer para construir estrellas
fugases,
viajar todas las noches
dentro de tus jardines sombríos
de caricias, y sedientos
de nuestros cuerpos,
desnudarte dentro de las
constelaciones.
Cómo una pintura puede
convertirse en destino,
quiero terminar jamás de
amarte,
quiero una platica
sin besos,
cómo podría convertirse
mi himno una rosa
de tu aroma,
quiero todas tus promesas,
tus labios han de sonar
el reloj para siempre
en un sonido eterno segundo
tras segundo;
tantas veces como una lágrima
que suicida en la comisura de
tus bocas,
tú por el mar y
yo en tus sabanas.
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