Cosas de enamorados
Sonaba entre su respiración, un viejo reloj
que en lugar de destinar segundos al futuro,
se regresaba triste y melancólico,
Dolía sonar sus latidos, como navajas
donde antes eran girasoles, y aun después
de cerrar sus ojos, el tic tac empalidecía;
Abrazada por mi aliento escuchaba
como pequeña rosa de cristal latía,
y desesperaba contra reloj,
para no ir tan lejos,
he decidido amarte toda la arena del mar
y del tiempo.
Te amo y en eso se encuentra toda mi vida.
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