PREGUNTA LA NOCHE sí los muertos se han quejado,
sí he escuchado el comentario penoso,
porque dicen que el cementerio lo olvidaron.
La huelga del cuervo no ha cesado
y llora de día en lugar de comer conmigo,
las lagrimas de mi lapida no secan ni avanzan,
y la tumba aun permanece fresca por el llanto;
Qué instante incapaz ha dejado el otro,
preguntan los claveles: ¿a dónde iremos?
¿dónde llorar?, ¿dónde pedir hogar?.
Y afuera las maquinas calientan el suelo,
quemando a sangre la tierra y sus cicatrices.
¿a dónde iremos? -pregunta la muerte-
no sé -le respondo- ¿no habrá lugar
en el recuerdo?
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