TE PREGUNTO sí podrías responderme,
sí encuentras pasillos entre mis sueños,
o sí amanece más tarde que el día anterior,
cuando te propuse enamorarme por los dos.
Te pregunto porque te he visto mirarme
a la ventana, te he visto sentada esperando
entrar a clases, después a la puerta de tu casa,
y en ocasiones demasiado tarde.
Te veo en terrazas y en estrellas furtivas
de media noche, te pregunto porque olvido
el diccionario y lo único que recuerdo
es sí tengo amnesia y por eso no tengo tu nombre.
Fingiría silencio entre las cinco y seis de la mañana,
y la única luz que resistiría la noche seria el farol
que descansa en tu pórtico. Te pregunto [casi siempre]
sí he olvidado algún detalle, quizás tanto silencio
es acaso como el hielo en los vitrales o por accidente,
como los arcoiris que viven por las noches.
Te pregunto, no por duda sino que me encanta
escucharte decir: si, te amo.
: 1:23 p.m. : 5:28 p.m.
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