Hay cielos que no oscurecen, de noche lentamente se coloran de naranja calido, de noche la luz de la ciudad choca con las estrellas y se regresa, de noche ocurre lo maravilloso de amarte, de buscarte a tientas y encontrar tu mano esperando la mía, encontrar tus labios que ya buscaban los míos.
De día caen más estrellas fugaces, de día ocurre que las ciudades duermen, ocurre que te amo más, porque de día eres el pensamiento que busco y encuentro; y de noche no te amo menos, pero sucede que de noche te encuentro hermosa, brillante y mía; con miedo a dormir, con miedo a cerrar mis ojos en un parpadeo, sucede que de noche no quiero dormir sin amarte.
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