Después lentamente la voz tristemente se confundirá con una nueva, el rostro vivirá en nuestra memoria, dos meses más y su risa nos caerá como rayo si algún día la escuchamos en una sombra. Los que mueren no son los que se van y nos dejan, somos nosotros los que los dejamos ir en nuestra rutina, ellos quietamente nos esperan en el mismo lugar, nosotros somos los que lentamente olvidamos recordar.
Un día te darás cuenta que sólo en estos casos existe una acepción en la definición amor como sentimiento; porque cuando la vida se va, el amor se va con esa persona y nos deja su recuerdo; tres semanas después del ultimo te amo, el recuerdo se vuelve eterno y desde la orilla de nuestro pensamiento, muy despacio va despidiéndose, entre quedándose y escapando, lentamente yendo y regresando.
Jamás van a dejarnos; somos nosotros los que olvidamos.
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