Preludio a un te amo.
Me encontré a mi mismo mirándome en un espejo, preguntándome si estoy enamorado o estoy perdido en un viaje sin regreso, me encontré yo dormido y despertando, caminando, soñando, llorando en las calles, las mismas que he caminado desde que tengo memoria, estaba yo platicando con un amigo que he olvidado su nombre, yo cuando tenia 18 y escribía cartas a mano sin destino más allá de mi cuarto, estaba yo sentado mirando un atardecer en otra ciudad, yo viajando y sollozando cuando miraba una estrella fugaz caer muy lejos de casa; mucho tiempo antes de conocer que amaba, dormía sin sueño deseando ser día, ser sol y perderme entre tantas luces, mucho antes de amarte era yo contra mi mismo.
Me mire sentado, llamando a mi novia por teléfono, me encontré perdidamente enamorado, enviándole rosas como correo, estaba yo viajante perdido en otra ciudad, conociendo la noche como mía y yo como tuyo. Estaba escribiendo no logre recordar ni leer qué escribía, me sentí triste y alegre, sonriendo por todas las mañanas después de conocerte, buscándome todos los días dentro de los libros, conociéndote todas las noches, me encontré enamorado por tu voz, olvidado por el tiempo, abrazando fuerte y débilmente tu cuerpo, recordé todas las estaciones que he cruzado a deshora, que he amado sin regresar, yo en todas las ciudades viviendo, sintiendo y soñando, yo en ellas no me miro sin ti, ni mi pasado, ni mi futuro lo quiero sin ti, eres mi definición de Amor, la única que he leído en mi diccionario de vida, el único que uso cuando siento, cuando he perdido mi mirada cierro los ojos y llega la madrugada.
Soy yo, llamándote, buscándote en todas las poesías, encontrando las rosas más sencillas, las notas musicales que combinan con tu voz y tu risa, amándote, buscándote en la noche, llamando a tu ventana, tocando a la puerta de tu recamara, he llegado Amor para decirte que te amo.
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