No escribo ninguna carta sin dejar mi nombre, un trozo de esperanza y todo el amor que un sobre pueda contener en el viaje de aquí hasta tu alma, tu nombre siempre será tuyo, aunque lo escuche en voz de otra persona; ya no hay atardeceres sin suspiros, ninguna lagrima lleva tu nombre, el teléfono se convirtió en un delirio, antes el silencio era mi enemigo, ahora hay noches que vivo platicando de ti, la luz gana sin que un reloj diga: es hora de dormir, no he escrito nada sin que un poco de mi se vaya como hoja en el agua, tu sabes que secreto tengo dentro de mi, que tan rápido cierro los ojos, no quiero callar al mundo que amo, no amo sin estar sorprendido, que es un camino maravilloso el que sigo, que eres tu la que viene desde lejos a despertarme, no he sentido ningún rayo de sol sin antes amarte, no he preguntado jamás la hora para no despedirme, nunca he amado el sueño más que a tus ojos.
Jamás he pedido un deseo sin antes decir tu nombre, ya no miro mi rostro en un espejo, te quiero tanto que vivo para demostrártelo, para que te quedes conmigo y sientas como lo hago, nunca voy despedirme Amor, sin antes decirte: Te amo.
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