En el bolsillo llevo un reloj que perdona desatinos,
y una pluma que no ha dejado escribir caricias, en
ocasiones, no cabe en ningún adiós lo que se abandona.
Te cambio tu olvido por mis recuerdos…
Que difícil es conseguirle heridas a las noche,
fumarse un habano en the white house,
buscarle un nombre ha este hueco en el pecho,
que importa,
ya no hay pescaditos ni marineros
en elpuerto de tus besos
Todos cargan la pistola de sus lágrimas,
sin pensar que el fuego sin calor, es una
promesa enbotellada al mar sin corcho.
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