Azur
Hay que días que supongo que no llueve,
que no me levanta el humor de meditarte
entre ojos y ubicarte en algún pensamiento
ajeno a mi y a todo lo que conozca.
Te encuentro poco antes cuando me
miras en el espejo; y si te veo despues
que tu, no te imagino detrás de la lluvia
cinco siglos después de la ultima guerra,
a sangre y a lagrimas al orilla del pueblo;
mañana al terminar tu labor recuerda:
antes del sol, primero eran estrellas.
El Mar no tiene Espejos
La realidad es que respiramos vértices
y horizontales que nos derrotan y levantan,
las sombras meditan sobre nuestros pasos,
fatigadas duermen en nuestros hombros,
se ubican incomodas en el pecho, habitualmente
pierden al poeta como una lagrima sin nombre.
En cualquier sótano las olas tienen su eco sin
espejos, descansan de mis tristezas y los infinitos
se hacen océanos en tanto los cruzas lejos,
la felicidad en la orilla naufraga y se ahoga.
Concierto Nocturno en Luna Menguante
No entenderías que avenidas vienen ha ser crepúsculo
o cual boulevard es el ocaso que innecesariamente
nos recuerda que circulamos solos.
Escucharía con pasión el eco de tu figura si mi mente
intentara sofocarme al respirar; aun si este recuerdo
puede hacerme volar, caería sin entenderlo, dudando
sí estaba solo o simplemente hablaba sin conocerte,
sí esperaba algo o a cualquiera que lograra reprimir
mi ímpetu, porque era más fácil aprenderme el nombre
de las mismas calles repetirlas al revés y buscarlas
a ciegas mientras el violín se apagaba cuando el viento
comenzaba a perderse sobre mis lagrimas.
Siento que en nosotros jamás existió el brillo del sol y
que nunca la luna se sintió amenazada por la mudez
de tus palabras.
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